martes, 25 de octubre de 2011

NIÑOS DEL DOBLE AMOR

No ano 1992, concretamente un luns 11 de maio, o xornal "La Voz de Galicia" publicaba na súa sección Cartas al Director a seguinte reflexión, redactada por José Manuel, o pai de Álex, un dos nosos alumnos con Síndrome de Down.

En el año 1992, concretamente un lunes 11 de mayo, el periódico "La Voz de Galicia" publicaba en su sección Cartas al Director la seguiente reflexión, redactada por José Manuel, el padre de Álex, uno de nuestros alumnos con Síndrome de Down.


NIÑOS DEL DOBLE AMOR
Así es como también se les llama a estos niños y adolescentes a los cuales se les diagnosticó al nacer con síndrome de Down, que tan acostumbrados estamos a ver en nuestro entorno social.
Si bien es cierto que emanan torrentes de cariño por donde pasan, la sociedad los interpreta con singular compasión para con ellos y sus padres. Error desalentador para estos jóvenes que han conseguido desarrollar sus facultades al máximo de sus posibilidades, y sólo piden un hueco entre los que nos catalogamos como personas normales. Han tenido que empezar la primera etapa de su vida con el esfuerzo familiar y profesional. Prueba de ello son los logros obtenidos en algunos jóvenes con síndrome de Down, fruto del trabajo incansable de aquéllos.
Muchos padres conocerán la ilusión de esperar un hijo, y otros muchos como yo recordarán el trauma vivido en la maternidad cuando te dan tan trágica noticia: "Su hijo tiene rasgos diferentes a los otros bebés". Sientes el deseo de que el reloj vuelva unas horas atrás, en aquellos momentos que ves a la madre ansiosa y deseosa de su nuevo hijo, con gestos de ternura y temor. De todas mis vivencias ninguna fue más traumatizante que el haber nacido mi hijo con síndrome de Down. Qué profunda pena y qué desencanto más doloroso sacudió mi cuerpo. ¿Cómo explicárselo a la madre? Este es el paso más difícil que tuve que dar en mi vida. Cuantos pasillos recorrí entre lágrimas buscando esa falsa serenidad para dar ese paso.
¿Qué futuro le esperará a nuestro hijo? Es tanta la angustia que te abruma, que buscas el apoyo incondicional de alquien que te aliente, y personalmente lo enoncontré en la doctora de Genética. ¡Cuánta humanidad y amor derrochó con nosotros, compartiendo cada minuto de su labor con cada munito de nuestra tristeza! Gracias.
Pero necesitas más, y en la oscuridad que te agolpa al entrar de nuevo en casa, brilla la luz de la esperanza al sonar el teléfono, y con una voz afable que te dice; "Somos la Asociación Pontevedresa para el Síndrome de Down "Xuntos", y os queremos ayudar..."
Han pasado tres meses desde entonces, durante los cuales mi esposa y yo hemos conocidos a otros niños con trisomía y padres de la asociación, irradiando un halo de esperanza que te contagia, y que gracias a ellos hemos podido disfrutar plenamente de nuestro hijo. Pues nos orientaron y animaron a trabajar juntos para conquistar la integración escolar, social y laboral de nuestros hijos con Síndrome de Down como personas con los mismos derechos humanos.
José Manuel Ochoa Rodríguez
Vilagarcía de Arousa
(Pontevedra)

2 comentarios:

  1. Noraboa a Jose Manuel polo seu fillo que ainda que no seu dia pudo haber sido un trauma a noticia,seguro que hoxe e o pai mais feliz do mundo.recordei con esta reflexion os momentos tan duros vividos no hospital,pero como despois da tormenta ven a calma e sae o sol, asi nos sentimos nos cos nosos fillos que son soles e tanto nos enseñan a saber loitar.gracias garatuxas polo voso traballo e por axudar a que poidamos compartir as nosas opinions.

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  2. Me ha gustado leer este testimonio, tan cargado de sentimientos, que relata el padre de Alex.

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